El pasado 30 de mayo las 16
entidades financieras españolas que superan los 30.000 millones de euros en
activos depositaron sus cuentas en el Banco de España para ser sometidas a los
test de stress de la
Autoridad Bancaria Europea. De ellas, dos son andaluzas:
Unicaja y Cajamar. Los exámenes de la
EBA son muy duros. En el caso de España, los datos de cada
banco se analizarán bajo un escenario futuro del país casi catastrófico: paro
del 27,1% en 2016, contracción de la economía en 2014 de un 0,3% (frente al
crecimiento del 1% que prevé la Comisión Europea), retrocesión de otro 1%
en 2015 (frente a la subida prevista del 1,7%), etc.
Fernando Jiménez Latorre, secretario de Estado de Economía, no tiene dudas de que
la banca española va a superar los exámenes, “si bien alguna entidad
necesitará algún esfuerzo de recapitalización”. Comparte la opinión James
Daniel, el responsable del FMI del control de la economía
española: “El sistema bancario español está bien preparado de cara a los
test de estrés".
Unicaja y Cajamar afrontan las
pruebas de resistencia con la confianza de superarlas. La entidad que
preside Braulio Medel tiene su morosidad controlada en
el 8,3%, frente al 13,6% de media del sector. En los test de stress de
2011 fue la tercera entidad española más solvente. El caso de Cajamar es
distinto. Con una morosidad que supera el 17%, aún sufre el lastre de la
absorción de Ruralcaja. No obstante, Juan de la Cruz Cárdenas ,
su presidente, se muestra tranquilo: “Se superarán sin dificultades tras haber
elevado el coeficiente de solvencia al 11,3 por ciento y la ratio de capital
principal al 10,9 por cientos superando así ampliamente los requerimiento
mínimos exigidos”. Los resultados se conocerán tras el verano. Emilio Ruiz.