No
se conoce el número exacto de personas imputadas por la juez Mercedes Alaya por el asunto de los
eres. Es posible que ni la misma interesada haya hecho el recuento. Se calcula
que andan por los 180 ó 200. Hablamos de imputados, no de presuntos delitos
cometidos, que son muchos más, pues es habitual que un imputado acumule varias
acusaciones a la vez.
Sea
cual fuere el número exacto, Almería, hasta ahora, había salido indemne de tan turbio
asunto. Manuel Recio no está
imputado, y no precisamente por falta de ganas de la juez. El actual diputado
andaluz y anterior consejero de Empleo es aforado y, por ello, Mercedes Alaya no puede hacer otra cosa
que elevar su caso al TSJA. Pero no quiere, ella sabrá por qué.
Esta semana, un almeriense ha entrado en la tenebrosa lista
de la altiva y activa juez. Se trata de Joaquín Moya-Angeler Cabrera, presidente del Consejo Social de la Universidad de Almería
y también de la
Corporación Tecnológica de Andalucía y de la Conferencia de
Consejos Sociales de las Universidades Españolas. Braulio Medel, presidente de Unicaja, le acompaña en este
peregrinar.
La pregunta más retorcida que puede hacerse uno es ésta: ¿Deben
Braulio Medel y Joaquín Moya-Angeler dimitir de sus respectivos puestos o debe ser Mercedes Alaya quien dimita del suyo?
No es una pregunta extravagante, por más que lo parezca. Recuerdo que, hace unos
años, le dije a mi paisano Antonio
Torres: “Hay que ver, se va a cargar Javier
Gómez de Liaño a Jesús de Polanco”.
¿Y saben qué me dijo el que parece vitalicio director de Canal Sur? “Veremos quién
se carga a quién”. Y ya ven. O mejor, ya vimos. Emilio Ruiz.