El 23 de noviembre de 1974 fue un día dichoso para mí. Me encontraba en
Barcelona, donde, mientras esperaba la muerte de Franco, impartía el Magisterio, en un colegio de Hospitalet que un grupo de jóvenes maestros tuvimos el honor de inaugurar. Le pusimos de nombre 'Reyes Católicos', como era lo propio de la época.
Muchos
almerienses nos reuníamos los fines de semana en la Casa de Almería en
Barcelona, en el Paseo de San Luis, de la ciudad condal. La sede de Almería en Barcelona era entonces un hervidero no sólo de hermandad, compañerismo y encuentro de almerienses que por allí andábamos, sino también de organización de actos culturales.
Aquel día fue un día especial. Ha sido la única vez en mi vida que he escuchado en directo al gran
Paco de Lucía. Era un joven guitarrista que hacía bailar a sus dedos ante las
cuerdas de su guitarra. Posteriormente he visto muchas otras actuaciones de Paco por televisión,
pero aquella... ¡aquella me dejó las huellas del arte impregnada en mi cuerpo para toda la vida!
La magia de la televisión me ha regalado aquel momento. Os lo ofrezco para que compartáis conmigo el sentimiento de una guitarra en las manos de un joven guitarrista. Emilio Ruiz.